Cada 13 de octubre, el mundo celebra el Día Mundial del Huevo, con el fin de recordar los numerosos beneficios que esta proteína aporta a la salud y a nuestra alimentación. Los huevos son conocidos por su alto valor nutritivo, su accesibilidad y su facilidad de adquisición.
Es interesante destacar que Argentina se encuentra entre los países con el mayor consumo de huevos a nivel global. En promedio, cada argentino consume 322 unidades de huevos al año, lo que coloca al país como el tercer consumidor más grande, solo superado por México y Japón.
Beneficios nutricionales de los huevos
Desde una perspectiva de salud, los huevos son una fuente rica de vitaminas A, E y K, además de contener colina, esencial para el desarrollo y funcionamiento óptimo del cerebro y el sistema nervioso. También aportan ácido fólico, biotina, riboflavina, ácido pantoténico, fósforo, hierro, zinc, selenio y vitaminas B1, B6 y B12, además de proteínas que ofrecen una combinación de aminoácidos valiosos para mantener la salud de nuestros músculos y huesos.
Sin embargo, a pesar de su perfil nutricional estelar, existen mitos persistentes en torno al consumo de huevos que vale la pena desmitificar.
1) El colesterol:
Contrario a la creencia común, el consumo de huevos no está significativamente relacionado con un aumento en los niveles de colesterol en sangre. Aunque muchos alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, lo cual puede aumentar los niveles de colesterol, los huevos son una excepción. Contienen grasas insaturadas beneficiosas para la salud.
2) El color del huevo:
El mito de que los huevos marrones son más nutritivos que los huevos blancos es incorrecto. La diferencia en el color de la cáscara está relacionada con la raza de la gallina que los produce. Los huevos blancos y marrones tienen propiedades nutricionales idénticas.
3) El riesgo de consumir huevos crudos:
Comer huevos crudos puede ser peligroso para la salud debido a la posibilidad de que contengan bacterias como la Salmonella. Estos microorganismos pueden transmitirse de las aves a los huevos. Por lo tanto, siempre se deben manipular y cocinar los huevos adecuadamente para prevenir enfermedades y aprovechar al máximo los nutrientes de este alimento.
4) No lave los huevos antes de guardarlos:
Es importante recordar que los huevos no deben lavarse antes de almacenarlos. La limpieza previa al almacenamiento podría eliminar la fina película protectora de la cáscara, que actúa como una barrera natural. Se recomienda lavar los huevos justo antes de consumirlos y asegurarse de secarlos completamente con papel de cocina desechable.
5) Beneficios de consumir la yema:
La proteína se encuentra principalmente en la clara de huevo, aunque también está presente en menor cantidad en la yema. Ambas partes del huevo proporcionan una combinación de nutrientes esenciales. Comer solo la clara o la yema conlleva un desperdicio innecesario de alimentos.